Desde mi más modesta humildad, y desde mi gran amor a mi pueblo de Agramón, a su entorno y a todo lo que ello conlleva, este año me embarqué en un proyecto que dos años atrás ya tenía en mente; volver a recuperar la banda, que tras años y años tocando por las calles de nuestro pueblo, llevaba ya casi cuatro años dormida, quise despertarla, en mi cierta medida y en mis pocos medios, y siempre con la ilusión, ganas, e ímpetu de quererla resurgir. Todo empezó en mayo de año pasado cuando tras reuniones, colaboraciones, recopilación del material de la banda, asignación de instrumentos, reparación de ellos y adquisición cornetas nuevas empezamos los ensayos. Al principio todo era costoso, era difícil, pero día tras día se veía en los componentes nuevos las ganas de aprender, las ganas de querer seguir para adelante, el “no puedo, pero lo intento”, el ver en sus caras ilusión, ganas de ensayar, en pleno Diciembre con las inclemencias del tiempo y desfilando, el afán por ayudar colaborando por la banda.... Todo esto tuvo su recompensa en la cabalgata de reyes haciéndonos un pasillo y aplaudiéndonos, ese momento para nosotros fue la recompensa de más siete meses de trabajo y un mes de ensayo. Los que colaboramos en este proyecto, los que nos asesoraron en él, las personas que se implicaron en el levantamiento de la banda, a todos ellos muchas gracias, pero mis gracias, mi respeto y admiración se las llevan ellos; todos esos chicos y chicas que ensayo tras ensayo han demostrado que de la nada se llega alto, que con muchas ganas y tremendo esfuerzo se consigue todo. A todos vosotros muchísimas gracias, la Banda; somos uno.
Antonio Ibáñez Rubio
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